Los
padres independientemente de sus desencuentros como pareja son
padres. Como tal, su tarea es la de acompañar, guiar y orientar a
sus hijos, para la cual son importantes las siguientes funciones:
1.-La
relación afectiva, que posibilita a los hijos asumirse
con seguridad e independencia;
ellos tienen que percibir esta relación para poder sentirse
confiados y avanzar en su desarrollo.
2.-El
deber de ser padres, que comprende las diversas responsabilidades que
como padres se tienen con los hijos.
3.-El
poder parental, es decir, la relación interdependiente del padre
ante el hijo en el uso de la autoridad, la dirección y
la actitud de
acato de parte de éste.
Estas tres funciones deben estar claras en el proceso de separación o divorcio y deben ser independientes de los sucesos que la pareja en el momento del conflicto está afrontando. Es importante que estas funciones posteriormente se conserven en forma clara
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